Nos miramos?

El año está transcurriendo… el plan de Capacitación se ha puesto en marcha hace meses…

Tomemos unos minutos para mirarnos… para pensar en los mensajes que la Organización envía y recibe frente a la oferta de Formación…

Algunas preguntas para la reflexión:

¿Quiénes se interesan por las propuestas?
¿Quiénes se inscriben?
Los que se inscriben asisten? Porque no?

Ante la inscripción de un participante en un taller, jornada; qué sucede a su alrededor? Su jefe habla con él para recordarle porqué es importante su participación? Le habla acerca de sus expectativas una vez finalizada la formación? Le recuerda que ese día X no estará presente y toma recaudos o le pide que tome recaudos con el resto del equipo para que “lo cubran”?

Una vez que ya pasó la jornada, se interesa por cómo se desarrolló? Cómo fue su participación? Conversa acerca de lo aprendido y la posibilidad de transferirlo en su lugar de trabajo? Comparte con sus compañeros ese aprendizaje?
La formación en el lugar de trabajo, es mucho más que el momento de aula…

Las respuestas de estas reflexiones pueden orientarnos acerca de la cultura de Nuestra Organización, de su relación con el aprendizaje. Es una Organización que actúa como facilitadora? o es inhibidora?

Desde el área de Capacitación, podemos acompañar, estando cerca del que aprende, de su jefe, de sus compañeros… generando instancias para compartir esos saberes, para revisarlos… para ser testigo de las “nuevas formas”…

Somos capaces de desafiar el “acá siempre fue así“? Ofrecemos alternativas para que sea diferente?