Muchas veces escuchamos en los pasillos…
“Acá te piden, te piden y nunca te reconocen nada….”
Cuando las personas dan lo mejor de sí, quieren ser reconocidas por ello!
Distintos estudios nos dicen que genera una mayor productividad, por qué no se hace más frecuentemente? Resistencias, excusas… “Esto exige tiempo! Con todo lo que tengo que hacer!”;“eso me hace ver vulnerable”. Todo ello, lleva a subestimar la importancia de reconocer, de agradecer en público el esfuerzo de los demás.
Algunas ideas para empezar:
1. Establecer objetivos y feedback claros, los objetivos les ayudan a concentrarse y el feedback a a saber si se está progresando
2. Esperar lo mejor, la expectativa modifica la conducta de la persona, influye sobre el comportamiento y los resultados
3. Prestar atención, estar donde suceden las cosas, mostrar interés y buscar activamente ejemplos positivos.
4. Celebrar juntos, a todos les gusta “participar” de la celebración de logros. Todos los reconocimientos individuales pueden convertirse en celebraciones grupales. No tiene porque ser muy elaborado, puede ser muy sencillo. Las celebraciones comunican lo que realmente importa!
Para reflexionar:
¿En qué medida la gente tiene claro aquello que se espera de ellos? Reciben feedback con frecuencia?Cuando anda por ahí, a qué presta atención? ¿Qué nota más, hechos positivos o negativos? ¿En qué medida su conducta dice “Aquí estoy, buscando personas que hacen bien las cosas indicadas?»
¿Cuál fue la última celebración? ¿Cuánto contacto social existe en su organización? Las personas que trabajan en ella, tienen suficiente oportunidades para conocerse? ¿Generan redes de apoyo?